Si hay algún juego para iOS que merece ser recordado, ese es el desarrollado por Zynga: Horn. Recuerdo que, cuando Horn vio la luz, inmediatamente lo compré. Lamentablemente sólo puede jugar la primera misión ya que los requerimientos del juego eran un poco altos y aun no estaba optimizada para mi dispositivo. Cuando Horn fue actualizado, ya contaba con un dispositivo más poderoso y con una pantalla más grande. Se había mejorado el rendimiento pero la actualización no aprovechaba el tamaño de la pantalla. Tuve que esperar más tiempo, tuve que esperar otra actualización. Quizá piensen que debí mandar el juego al demonio. No lo hice porque los primeros diez minutos que jugué me bastaron para entender que estaba ante un juego que le daba importancia a iOS como plataforma de videojuegos.
Llegó la actualización esperada y por fin pude jugarlo. En pocas palabras es un juego espectacular. La historia es una de las mejores que me ha tocado jugar. Te metes en la piel de un joven aprendiz de herrero llamado Horn, quien se despierta de un largo letargo sin recordar nada. De pronto se da cuenta de que el mundo ha cambiado, no hay personas y el paisaje está lleno de unas criaturas llamadas pygons. Al inicio te toparás con uno de ellos llamado Gourd y éste (mejor dicho su cabeza) se convertirá en tu acompañante a lo largo de toda tu travesía para averiguar ¿qué le ha pasado al mundo y a las personas? No quisiera contar más sobre el argumento del juego. No quiero arruinarles la experiencia.
Horn es un juego de acción aventura en tercera persona. Puedes explorar los entornos con suma facilidad. Con un toque en la pantalla mueves a tu personaje y de igual manera interactúas con algunos elementos del paisaje. El sistema de combates es parecido al juego de Monster Hunter de CAPCOM . Mientras luchas cuentas con dos pequeñas flechas ubicadas en la parte inferior de la pantalla para que puedas esquivar los ataques de tus enemigos. Para golpear a tu oponente solo tienes que deslizar tu dedo de izquierda a derecha. La variedad de pygons enriquecerán las batallas. Hay pygons gigantes, pygons voladores, pygons con forma de insectos, etc. Esto se debe a que los pygons son animales reales convertidos en criaturas biomecánicas, debido a la “maldición pygon”. Insisto no contaré nada más de la historia, pero es increíble. Cuentas con un gran arsenal de armaduras, espadas y amuletos que te darán diferentes poderes, como mayor salud, mayor resistencia o poderes de ataques con elementos como el fuego, hielo, viento, etc.
La edición de sonido es buena pero el soundtrack es el que verdaderamente destaca. De hecho el soundtrack de Horn forma parte de mi biblioteca musical de iTunes. Es compuesto por Austin Wintory. Es probable que no lo conozcan a él pero tal vez hayan escuchado del aclamado juego “The Journey” para PS3, él fue quien compuso el soundtrack para este juego.
El apartado gráfico es muy bueno y a la fecha es uno de los mejores, una vez más se nota la calidad que puede alcanzar el motor gráfico Unreal Engine. Hay elementos que demuestran la calidad visual del juego. Las texturas de los diferentes elementos, como los materiales con los que están formados los pygons, están muy bien logradas. Algo por lo que Horn se distingue es el color. Es un juego lleno de vida. Hay detalles dignos de contemplar por un largo rato, como las rocas en la arena de la playa, los atardeceres, el agua e incluso los ítems con los que equipas a Horn.
Al final valió la pena esperar por Horn. Lo tiene todo: una historia innovadora, buena jugabilidad, excelente soundtrack y preciosos gráficos. Si no fuera porque los FPS son mis juegos favoritos, Horn se hubiera convertido en mi juego favorito y no Dead Space (reseña pasada).
Calificación 5/5
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